sábado, 14 de agosto de 2010

Les, un pueblo con tradición

Traducciò al Català


Situado a 4 kilómetros con la frontera con Francia, a unos 630 metros de altitud, con una población que no supera los 1.000 habitantes, con el río Garona que cruza por el medio, podemos encontrar el pueblo de Les.

Las es el núcleo habitado más importante antes de llegar al país vecino, y esto hace que desde siempre haya tenido mucha influencia francesa. Si paseamos por sus calles, podremos ver que la arquitectura de las casas, diferencia un poco del resto de los pueblos del Valle para parecerse más a los pueblos franceses, pero aún así no resta encanto a esta población.

Paseando por sus calles, nos podremos acercar hasta la plaza deth Haro, lugar donde tiene cada año una tradición muy antigua dedicada al solsticio de verano y que reune a más y más visitantes año tras año. Esta tradición, se podría explicar dividiéndola en tres partes, que tienen lugar en diferentes momentos del año.

La primera parte, es la Shasclada deth Haro. Se realiza el mes de mayo y consiste en reunirse todo el pueblo a las afueras, donde hay un tronco de abeto de unos 10-12 metros, esperando a ser llevado. Todos los habitantes, se reunen a su alrededor y con la fuerza que genera la unión de todo un pueblo levantan el tronco y lo llevan poco a poco hasta delante de la iglesia. Durante el recorrido los bailes tradicionales y los aperitivos que ofrecen los locales del pueblo son de gran ayuda para amenizar la dura carga. Un vez delante de la iglesia, serán las mujeres de los pueblos, "las Hemnes" que levantarán el tronco y lo entrarán en la plaza deth Haro donde allí comenzara concretamente lo que es la Shasclada. Se pela el tronco de toda corteza y se le irán clavando las cuñas de forma circular para que el tronco se vaya secando bien. Una vez terminada esta faena, se dejará reposar el tronco en la plaza hasta el día que sea plantado.
El tronco es transportado hasta la plaza deth Haro



















Vestidos tradicionales araneses

Escenas de la Shasclada donde se saca la corteza del tronco y se clavan les cuñas


Ahora hacemos un salto en el tiempo y nos trasladamos en el mes de junio, concretamente el día 23 de junio por la noche, en la plaza deth Haro desde las ocho de la tarde se ha ido congregando la gente del pueblo y de los alrededores, para poder presenciar Era Crema deth Haro. Hacia las 22:00 llega el cura del pueblo con la imagen de San Juan, patrón del pueblo y acompañado por una comitiva de gente, para bendecir el Haro y comenzar la crema. Mientras el Haro va quemando, en su pie, habrá unas personas quemando las Halles, corteza de cerezo atada o enhebrada con alambre. Las irán quemando mientras las hacen girar por encima de la cabeza y alrededor del cuerpo. Una vez quemadas las Halles, saldrá un grupo de chicas y chicos a hacer danzas tradicionales aranesas alrededor del Haro, mientras éste todavía sigue ardiendo. Alrededor de una hora más o menos, el Haro comenzara a centellear bien fuerte, como preludio de lo que sucederá después, caer calcinado hacia abajo rodeado de gritos y aplausos de la gente de la plaza que estalla de alegría. La plaza deth Haro permanecerá sin Haro unos 5 días. Son los únicos en todo el año que en la plaza sólo queda un agujero como testimonio del lugar donde ha sido plantado durante todo un año el Haro.
























Momento en que se queman las Halles

Danzas alrededor del Haro
























Caída del Haro después de quemar

El 29 de junio, el día de San Pedro, el pueblo se irá reuniendo poco a poco en la plaza para realizar la Quilha deth Haro, es decir plantar aquel Haro que tan pacientemente ha estado esperando su plantada desde el mes de mayo. Ataran unas cuerdas a lo más alto del Haro para que la gente desde la plaza pueda ayudar a tensar y destensar y poder así compensar el posible desvío que lleve. Mientras abajo, un puñado de forzudos y forzudas, irán levantando el Haro. Primeramente lo harán levantando con unos troncos por abajo y poco a poco irán poniendo unas escaleras de hierro, cada una más alta que la anterior, para ir empujándolo y así poco a poco al grito de un maestro de ceremonias que va dando las órdenes, ir levantandolo. Una vez plantado y estacado, llega el turno de los casados. Según la tradición, las parejas que se han casado más próximas a la plantada, el marido debe dejar arriba del Haro, una corona de flores y la cruz para llevar suerte al matrimonio. Hoy en día, ya no son las parejas más próximas a la plantada sino todas aquellas que se han casado a lo largo del año.








































Instantáneas de la plantada y la ofrenda floral

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